[También puedes llamarme Crista]

Mi foto
Careine
Indefinible (que no indefinida)
Y podrías llamarlo el fin del mundo...

domingo, 22 de mayo de 2011

-A ver, enana.

-Es cuestión de percepciones. Y de si sabes lo que hay. ¿Sabes lo que hay? No, no, no lo sabes. El caso. El caso es que que te digan que se te acaba el tiempo y eres un humano de mierda y no te ofendas... ¡Pues no pasa nada! Por que es lo que te toca. Porque eres mortal. Te jodes. Palmas, y si has sido muy bueno, pero que muy muy bueno, pues nada, cambias de estatus. Ángel. Precioso, la cosa. Y si has sido muy cabrón, pero que muy cabrón... Ya tienes el 50% de demonio. Ahora ya, si tienes estilo... Pues zasca. Hijo de Satán. Todo muy divertido. Pero el problema, el verdadero puto problema está en si eres alguien como yo. Anda ya. Somos inmortales. Y si te dicen que se te acaba el tiempo es... Una putada. Que la has liado parda, pero muy muy parda. Que te requieren Allá. No me voy a molestar en explicaos dónde está, porque me consta que el que más de aquí, puede pensar en cinco dimensiones, y de dieciocho a cinco es complicado. Da igual. Eso es lo que pasa. Que estoy jodido, muy jodido. Que me queda mucho por hacer. Gente a la que arreglar, libros por leer, idiomas por aprender... Ah no. Idiomas por aprender no. Pero eso. Que me dejo un montón de cosas en este mundo. Que... que hay mucho bien y mucho mal por hacer, ¿no?
Y... ¡oh Dios mío! ¡Todavía no he estado en París!

miércoles, 11 de mayo de 2011

Pero cuidado conmigo, tomo medicación.

Es como el fogonazo de la cámara, el flash de la Polaroid nueva de Ärno. Un instante, y su sonrisa (efímera, algo ácida y algo triste) se ha quedado inmortalizada para siempre. Anna Eva lo mira un poco mal, pero Devon le pasa una de sus manos -fría, helada como la nieve más allá de la ventana- por la espalda, dándole un beso fugaz en el pelo.
Matt se ríe, escandaloso, con los ojos color anochecer brillando por la alegría y el alcohol -sobre todo por el alcohol-y Enzo le mira con un poco de amor, con un poco de rabia, como le ha mirado siempre (solo que ahora se les nota). Es 1991. Ayer era 1990, y mañana, quien sabe. Es el día de año nuevo, y ellos no tienen nada que perder, ya no.
Quizás lo perdieron todo, hace más de un millón de años, hace más de dos, cuando Devon llevaba corona y a Matt no se le veían los ojos, y ella y Ärno conspiraban juntos. Quizás ganaron la guerra.
No se acuerda. Ha pasado mucho tiempo, y ahora ya no hay caballeros y damas. Ahora, por no haber, no hay ni reyes, por lo menos en Finlandia.
Pero ellos siguen allí. >>Para siempre<< susurra Devon en su oído, deslizándole el anillo por el dedo anular. >>Para siempre<< grita Matt, antes de besar a Enzo.
Y ella se lo cree.


(Aunque para siempre suene muy contundente y muy, muy lejano. Pero en eso consiste.)

lunes, 2 de mayo de 2011

Sweet child o' (Colin) mine

She's got a smile that it seems to me
Reminds me of childhood memories
Hay una canción vieja de esas que le gustan a Colin que le recuerda un poco a Ámbar. Nunca lo reconocerá, claro, porque a Colin no le gusta reconocer en esas cosas. Ámbar tiene una sonrisa bonita, que le recuerda a barro en los pantalones. Ámbar es una chica preciosa. Colin lo sabe mejor que nadie, pero eso no es muy bueno. Porque le recuerda a su madre, y a lo sola y triste que se quedó cuando murió su padre.
Colin no cree en el amor como algo bueno. Para Colin el amor es un accidente grave.
She takes me away to that special place
And if I stared too long
I'd probably break down and cry

Aunque lo de llorar no va con él. Sin embargo, no puede evitar el no salir del coche cuando Evita y Loras ya están fuera. No puede evitar mirar a Ámbar a los ojos y decir:
-A mi lo del amor no me pasa, Ámbar.
-Eso tú no lo sabes. El amor no se puede tocar, no se ve. -Ámbar tiene respuesta para todo.
Pero no para Colin, que alarga un poco el brazo y le roza la mejilla y se ríe por lo bajo.
-Sí que se puede tocar. -Contesta, despacito.