Tú querías soñar. Yo quería vivir.
Dicen que ser feliz no es hacer lo que te gusta, si no que te gusta lo que hagas.
Siempre tuve un problema, el mismo que tú.
Queríamos demasiado. Nos queríamos demasiado.
Y siempre lo queríamos todo, el uno del otro.
Y tarde o temprano uno tenía que romperse. Y, un día, decidí que esa no iba a ser yo.
Dejé de disparar. Pero tu también dejaste de hacerlo. ¿Entonces qué? ¿Ibamos a vivir permanentemente jugando a la ruleta rusa? Yo no quería hacerlo, y se que tu tampoco.
Yo quería soñar. Tú querías vivir.
Tú siempre quisiste ser libre.
Y yo también.
Pero nunca supimos hacerlo.
¿Cómo acabaría aquella ruleta rusa?
No hay comentarios:
Publicar un comentario
WANNA HEAR YOU SCREAM.